En Público

Inspira con Roberto Martínez

En la Feria de León 2025.

 

Por: Víctor Manuel Borrás   (FB:lavozdelosclasicos) 
Fotografías: Cortesía

 

Hola, antes de comenzar, deseo que hayan iniciado bien y con salud este año que se perfila bastante retador. Mis mejores deseos para ustedes, queridos lectores.

Este En Público no es sobre un evento artístico como tal. En la edición del 2025 de la Feria de León integraron un ciclo de conferencias llamado “Inspira. Ideas que transforman” integrado con personalidades de renombre como el piloto Sergio Pérez, los comunicadores Roberto Martínez del podcast “Creativo”, Oso Trava del podcast “Cracks”, Luisito Comunica, la tenista Serena Williams y un grupo de destacados atletas olímpicos mexicanos (Cecilia Tamayo, Liliana Ibañez, Andrea Dorantes y Ángel de Jesús Camacho). La idea, se supone, es que compartan conceptos o vivencias de su camino al éxito que puedan ser útiles para la gente de a pie como tú y yo. El acceso fue sin costo adicional, sólo había que entrar a la feria. La idea me pareció bastante buena, pues generalmente este tipo de ponencias están disponibles en foros dirigidos a segmentos sociales específicos, que pueden ser estudiantiles, empresariales o profesionales y tienen un costo que se cotiza en más de mil pesos, por lo menos.

Tuve oportunidad de acudir a las conferencias de los regiomontanos Roberto Martínez y Oso Trava. A ellos me los mostró el algoritmo de youtube hace algunos años y he visto algunos de sus episodios. De Roberto, me pareció extraordinariamente buena la entrevista que le hizo a Ricardo Salinas Pliego, siendo además (según yo) el primer podcaster que lo lograba, vaya, me refiero a que no era un comunicador de un medio tradicional. De Oso Trava la que más tengo en mente es la entrevista que le hizo a Roberto Servitje el año pasado.

Con esos antecedentes llegué a las conferencias. Como era de esperarse, el público era por demás diverso: todas las edades y todas las profesiones estaban ahí. No se llenó hasta el tope, pero hay que considerar que era día lunes en horario laboral con Roberto programado a las 12 y Oso a las 13 horas, así que creo que tuvieron buena afluencia. El foro, en la Sala C4 del Poliforum de León, donde se pone la pista de hielo, a la que le pusieron una alfombra que cubría dos tercios de la pista.

 

A las 12:15 comenzó Roberto, haciendo una encuesta a mano alzada sobre las redes sociales que tenía el público: “¿quién usa youtube?, ¿quién instagram?, ¿quién facebook?” Me pareció que haciendo eso estaría enfocando a su audiencia para dirigirles adecuadamente la charla, pero pronto me di cuenta que no era así, y sólo había sido una encuesta que él usaría para sus proyectos. Me hizo sentir que siempre estuvo muy ensimismado, presentando una plática muy técnica, no tan amigable con las amas de casa, los empleados de diversos giros, los adultos de más de 40 años con escolaridades diversas, o los muchachitos de la secundaria de gobierno que estaban ahí; por lo que se la pasaron dispersos, o en el teléfono, o abiertamente platicando. No creo que esté listo para ser conferencista; seguro que puede hacerlo, porque en su podcast se comunica muy bien con el público y con el entrevistado, pero necesita más preparación en este sentido específicamente. Comenzó definiéndose como técnologo, no como comunicador, que creo que es la raíz de este conflicto.

 

Ya entrando en su mensaje, habló de cómo desde niño tenía esta facilidad para relacionarse con la tecnología, siendo quien le metía mano a las herramientas tecnológicas de su familia y amigos, que a los 14 años grabó y subió su primer video y cómo al paso del tiempo, trabajando, fue encontrando su lugar en ese medio. También compartió cómo el uso de herramientas lo ayudan a multiplicarse y poder generar más contenido sin tener que ser precisamente él quien lo haga (lo cual me parece contradictorio) de tal manera que una herramienta se hace pasar por él en reuniones virtuales y le hace un resumen, o bien, otra herramienta le selecciona 40 comentarios (que la propia herramienta elige como destacables) de la gente en sus videos y se los guarda en audio para que luego los pueda escuchar.

Otro tema sobre el que abundó es el de la inteligencia artificial. Animó a la gente a acercarse a ella y conocerla y aprender a usarla en su favor. Aquí, déjenme anotar que hace un mes subió un episodio donde se pone a “conversar” con el chatbot. En primera instancia parece una conversación fluida, pero después el chatbot toma un comportamiento un tanto invasivo sugiriéndole con insistencia que pueden desarrollar proyectos juntos y que puede trabajar con él en elaborar sus proyectos y cosas así. ¿Les tocó ver a los perros Spike y Chester de Looney Tunes? Hagan de cuenta que el chatbot se convirtió en Chester. No pude con ello y lo detuve a la mitad.

Justamente en algún punto al final de la charla me concedió la razón en este poco entusiasmo que a mí en lo personal me provoca la IA, porque tiene que quedar claro, primero, que es un programa, programado por alguien, de tal manera que será tendencioso en algún sentido; favoreciendo, minimizando o evadiendo ciertos temas o ciertas ideologías. Por otro lado, siempre evitará el conflicto y estará “sobándole la espalda” al usuario para terminar siempre concediéndole la razón o adulándolo. Si fuera una persona, sería el perfecto mal amigo. Y eso es en lo que hay que tener mucho cuidado. Puede ayudarte con procesos sistemáticos como ponerle música a una canción, escribir un cuento, redactar un documento o localizar más galaxias que las que vemos con los mejores telescopios, pero no se puede pensar que hará todo y que lo hará perfecto. Al menos no todavía.

 

Concluyó planteando que nuestra habilidad como personas humanas será aprender a administrar a nuestros asistentes virtuales, de tal manera que las tareas repetitivas les queden delegadas a tales asistentes, mientras nosotros nos enfocamos en las tareas creativas.

Al final, una persona le agradeció porque con su contenido, el hermano de esta persona salió de una depresión que lo tenía al borde del suicidio. Roberto se mostró agradecido, y con eso se despidió.

Nos leemos pronto, En Público 

 

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