En Público

Mujeres que trascienden en la música

En el día de la mujer

 

Por: Víctor Manuel Borrás   (FB:lavozdelosclasicos) 
Fotografías: Cortesía

 

Con motivo del día de la mujer, el Teatro del Bicentenario ofreció dos noches llenas de música que resumieron bien toda la imagen que de una mujer se puede tener, desde lo más dulce y sutil hasta lo más bravío y caótico.

Los dos eventos tuvieron en común que la primera parte estuvo conformada por música lírica o de concierto del repertorio que conocemos popularmente como clásico, mientras que la segunda se conformaba de música de compositores mexicanos. En todos los casos, la selección fue muy acertada.

 El viernes 7 se presentó la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato que tuvo por Directora invitada a la prestigiada Mtra. Grace Echauri. La primera pieza fue la Obertura en Do Mayor de Fanny Cäcilie Mendelssohn Bartholdy.  Mi primera sorpresa, fue saber que Félix tenía una hermana también compositora y tan talentosa (ya les he contado que prefiero que el concierto me sorprenda, así que no reviso los previos en el programa). La obra me sonó muy al estilo de las composiciones icónicas de Beethoven, supongo que por ser contemporáneos hay ese parecido. Toda la obra tiene pasajes hermosos, pero lo que más me gustó fue el final, muy melódico y poderoso. Me siento en la necesidad de buscar más obras de esta compositora, me gustó mucho.

 

Luego vino el plato fuerte: el Concierto para Piano en La Menor Op. 7 de Clara Schumann. Las líneas que surgieron de esa mente maestra, llenas por igual de poder y dulzura, fluyeron por las prodigiosas manos de la Mtra. Daniela Liebman para hacer que el piano hablara y gritara y musitara con una donosura descomunal, cobijado portentosamente por la Orquesta, pasando en un momento por un diálogo íntimo y romántico con un violoncello. Las sensaciones se percibían por cada poro y llegaban hasta la fibra más íntima, tanto física como emocional. Nos arrancó a todos una tremenda ovación al terminar.

 

 

Tras el intermedio vino el contraste, ¿o debería decir la polarización?. “La Víspera”, de Ana Lara, comienza muy fuerte, confrontativa; para luego llevarnos a terrenos armónicos que se empiezan a descomponer en caos y saturación sonora en fortissíssimo, parecido a la propuesta de Silvestre Revueltas. Personalmente, no es música que yo busque, y cuando la escucho, suelo rehuirle. Pero en este caso, esta obra no transgredió mi límite de tolerancia como sí lo hace la música de Revueltas. Me pareció muy interesante y muy transparente, proyectando lo que en muchos momentos de su existencia, viven las mujeres.

 Finalmente vino un poema sinfónico titulado “Marfil”. Ya les digo que no había visto el programa, así que en mi imaginación esa obra me llevaba al universo, algo así como “La Guerra de las Galaxias”, pero cruzando con escenas que venían a la selva o al desierto. Tiene cierta picardía, a ratos es juguetona, a ratos se pone muy tensa y en otros se siente como masiva, poderosa. Al revisar el programa me di cuenta que en algunas partes sí había acertado, pues la obra versa sobre la vida de los elefantes.

Fue ese un gran primer concierto que nos dejó a los asistentes con alegría en el alma. Tristemente, no fuimos más de 400 almas. Pensé que esto se debía a que programaron a las 7 pm, empalmando los horarios, un recital de piano en el auditorio Mateo Herrera con la Mtra. Ana Cervantes y que tal vez al otro día la asistencia sería mayor, al no dividir al público.

 

 

El sábado 8, se presentó la gala “Mujeres en la música” a piano y voz. En el piano, el Mtro. Sergio Vázquez; en las voces, nada menos que Olivia Gorra y Guadalupe Paz, un cartel de primera que representa a México en el mundo.

Para mayor decepción, ahora habíamos menos asistentes. ¿Cómo es que en una zona metropolitana con 2 millones y medio de habitantes no se puede reunir a mil para un evento de esta categoría? A mí, como leonés, me llena de vergüenza que salgan tremendas figuras al escenario de un recinto de tan alto nivel para ver tantas butacas vacías.

Como quiera, ellas son grandes artistas, y aunque tuvieran a 5 asistentes en el público cantarían con toda el alma, como ya lo han hecho en tantos escenarios internacionales.

 

La primera parte del programa estaba formado por arias de ópera, bien repartidas unas a cargo de la Mtra. Olivia, otras por cuenta de la Mtra. Guadalupe, una sola para piano y algunos duetos. Con un programa tan rico es difícil destacar algunas, pero lo que más me gustó fue: La Barcarola de los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach y la rarísima oportunidad de disfrutar de dos “Cármenes”, con una interpretando la Canción Bohemia y otra interpretando la famosa habanera “El amor es un pájaro rebelde”, mostrando cada una con su estilo muy particular, esa bravura y sensualidad esenciales de la Carmen de Bizet.

Tras el intermedio vino la música iberoamericana, romántica y emotiva, con temas como “Historia de un amor”, “Dime que sí”, “Gracias a la vida”, “El día que me quieras” y todas las más representativas de nuestra leonesa María Grever. Para piano solo, el Mtro. Vázquez interpretó “La Malagueña” de Lecuona. Esta parte del concierto se convirtió en una amenísima e íntima bohemia donde las Maestras invitaron al público a interactuar con sus palmas, o cantando incluso. Esa magia no se las puedo describir, tienen que vivirla.

 

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Nos leemos pronto, En Público 

 

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