En Público

Las Meliponas

Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato:
Tradiciones Mexicanas.

Por: Víctor Manuel Borrás   (FB:lavozdelosclasicos) 

Fotografías:  Naza PF

La comunidad universitaria de la Universidad de Guanajuato se identifica como “La Colmena”, y cada uno de sus miembros se identifica como “abeja”. Existen más de 20,000 especies de abejas en el mundo, pero existe una que, particularmente, se puede identificar como mexicana y son las abejas meliponas. Como “las abejas” se pusieron muy mexicanas, por eso intitulé así esta columna.

Hace bastantes años que el Teatro del Bicentenario traía sin falta al Ballet Folklórico de Amalia Hernández para las Fiestas Patrias, y aún con lo odiosas que resultan las comparaciones, en este caso es inevitable. Se programó un Ballet Folklórico en lugar de otro.

Debo decirlo, es una maniobra muy arriesgada pretender cubrir al grupo más representativo de ese género en el país, y que nos representa oficialmente en el mundo; con otro, de nivel universitario. Pero también debo decirlo, no lo hicieron mal.

Personalmente, me gustó mucho que en ningún momento quisieron emular al otro grupo, ya que su programa tiene un estilo propio. Comienzan con temática prehispánica, pero no lo hacen igual. Van a Veracruz, pero no tocan las mismas piezas. Van a Jalisco, pero tampoco tocan las mismas piezas. Van al norte y tampoco tocan las mismas piezas. Además, cierran con un segmento dedicado a Guanajuato, que Amalia simplemente omite. Como si José Alfredo Jiménez fuera omisible en la cultura mexicana.

Pero viene la parte donde sí se nota la falta de “tablas”, de “horas de vuelo”: Es muy notorio que hay una falta de rigor en la sincronización de los movimientos, sobre todo en las formaciones. Las filas se desdibujan frecuentemente. En los cortes técnicos para cambiar instrumentos y el equipo de audio, hay huecos de silencio llenos de microfonazos o fallas de audio, que son consecuencia de una falla en la planeación o ensayo del programa. Como mencioné, creo que es sólo “falta de callo”, y si corrigen esto, harán brillar estupendamente su espectáculo.

Ahora viene lo muy bueno.

Son un mundo de gente en el escenario. Eso enriquece muchísimo todas las coreografías y hace que los zapateados sean imponentes y poderosos. Y me resulta muy destacable que tanta, tanta gente, no haga ver saturado el escenario. La manera como manejan las entradas y salidas hace que siempre se vea limpio, ordenado y majestuoso; por eso es muy importante que corrijan esos detalles de sincronía en los movimientos y las alineaciones de las filas.

Los vestuarios me parecieron muy bonitos también, muy bien elaborados, muy lucidores. Merecen mención especial los caballos de las alazanas; son tiernos, son bonitos, están muy bien hechos, me parecen un gran acierto. La energía de los bailarines también me pareció muy buena. Les externo mi admiración, porque su condición física es como la de atletas de alto rendimiento. Esos pasos en las polkas están llenos de fuerza y se ven increíbles. Yo pienso que es producto de la edad, sin duda deben ser más jóvenes que los del Ballet de Amalia. Por ahí hubo algunas chicas que en momentos parecían aflojar, pero en lo general siempre mantuvieron todos muy alta su energía.

Ahora, en el tema de la música también me parece que lo hacen muy bien, tanto las percusiones, la marimba, los violinistas, los “trokeros”, todo eso estuvo muy bien. En cuanto al mariachi, también lo hicieron excelente, aunque, ahí sí, me parece que les falta meter más instrumentos, porque no se pueden sustituir los instrumentos sólo subiendo el volumen de los micrófonos. Un mariachi para un escenario así, no puede ser de 6 integrantes.

 

En cuanto a los solistas, es un tanto extraño (y tal vez sea mera costumbre) escuchar cantantes con micrófono en ese escenario, pero lo hacen bien. Tal vez sea recomendable que esos números se hagan en grupo y no en solitario. Sin embargo, no sé por qué la chica en su primera intervención hizo algunos adornos al más puro estilo pop de Ariana Grande, si lo que estaba cantado era folklórico. Ya en su segunda intervención sí lo hizo con la técnica apropiada del ranchero y se escuchó muy bien.

En lo general, creo que tienen todo, absolutamente todo, para competir al nivel de Amalia Hernández e incluso superarlo, porque no están lejos, y sólo es cuestión de afinar algunos detalles.

Para mí, sí son motivo de orgullo y fue una grata revelación conocerlos. Disfruté muchísimo su espectáculo.

Nos leemos pronto, En Público.

 

 

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