La Plaza de los Mártires del 2 de Enero
Memoria de un Trágico Pasado y un Legado de Lucha
Somos de León y estamos orgullosos de ello, pero sabemos que llegamos (¡y queremos llegar a más!) lectores fuera de nuestra ciudad, estado y país. Es por eso que, con el pretexto de las fiestas de enero, por el aniversario de la fundación de la ciudad, les iremos presentando lugares interesantes para visitar y datos históricos o relevantes de cada uno de ellos. Comenzaremos con la Plaza Principal.
Cuesta trabajo formar la imágenes en la cabeza y asimilar que no fue hace tanto. A esta hora que estoy escribiendo, también un 2 de enero, pero de 1946, se había desatado una balacera en la plaza principal de la ciudad. Debido a ese suceso, hoy, la plaza principal, tiene el nombre de “Plaza de los Mártires del 2 de Enero” inscrito en placas en unas columnas de sus esquinas.
La coalición conformada por la Unión Cívica Leonesa, la Unión Nacional Sinarquista y el Partido Acción Nacional, era la que gozaba del apoyo real de la ciudadanía, con 22,173 votos obtenidos, mientras que el candidato del régimen había obtenido sólo 58. Así que, organizándose la población, la industria cerró, el comercio cerró y la gente fue a protestar a la plaza principal en la mañana, exigiendo la renuncia del falso ganador quien fue a platicarlo con el gobernador en turno. Dijeron que para la tarde habría respuesta desde la capital, Guanajuato y con eso dispersaron a los manifestantes. A las 6 no había noticias y la gente comenzó a reunirse de nuevo en protesta. Les pidieron que se retiraran, pero eso ya no sucedió. A las 8:30 les pidieron de nuevo retirarse, lo cual, obviamente, no hicieron. A las 9 ingresaron un ataúd de cartón con las siglas PRM y el nombre de Ignacio Quiroz, el candidato no electo. Al ver eso, los federales apagaron la luz de la plaza y los miembros del ejército comenzaron a disparar sin distingo: niños, mujeres y hombres por igual recibieron los balazos.
Al día siguiente, en el Instituto Lux, ubicado donde ahora está el Forum Cultural, el gobernador, tras recibir una llamada enérgica desde Los Pinos, cedió la victoria, que ya era de la gente y culminó el conflicto. Con cuarenta muertos. Los cuarenta mártires del 2 de enero.
¡Qué diferencia! Hoy, la gente hacía sus compras y los niños se tomaban fotos con los reyes magos. Nunca debería olvidarse, que para que esta paz existiera, un día, existió la injustificable violencia.
Aquí les compartimos algunos extractos muy interesantes del reporte publicado por Fernando Hernández Ochoa en la revista “La Nación”, el 5 de enero de 1946.